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Y DOS AÑOS DESPUÉS, VOLVIMOS...

  • Foto del escritor: Leonardo Bravo
    Leonardo Bravo
  • 12 sept 2022
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 1 oct 2022

LA UNIVERSIDAD SAN MARTIN DE PORRES VOLVIÓ A CLASES PRESENCIALES DENTRO DE LA NUEVA NORMALIDAD POSPANDEMIA
Campus de la Facultad de Ciencias de la Comunicación

Nada motiva más a un estudiante que levantarse a las seis de la mañana para poder agarrar la combi vacía y llegar a clases antes de que te cierren la puerta, o desayunar apurado sabiendo que un par de minutos de más son la diferencia entre perderte o no un examen. Tragedias como estas eran pan de cada día de un estudiante universitario y servían tanto para forjar el carácter como para prepararlos para lo exigente de la vida profesional, la pandemia lamentablemente eliminó este y tantos otros beneficios que solamente la presencialidad podía ofrecer: el contacto humano.


Si bien muchos se esforzaron y le sacaron el jugo a la virtualidad, otros se distrajeron por las comodidades que esta podía brindar, la idea de dar tu examen final con cinco diapositivas delante de ti, dormirte toda la clase o ya de plano marcar asistencia y no entrar al Zoom resultaba demasiada tentación para personas tan jóvenes y faltas de experiencia, los universitarios COVID pueden no haber desarrollado un sentido de pertenencia con su casa de estudios al no haber podido convivir ni con los ambientes ni con los profesores.



Universitario a mitad de ciclo

Sin embargo, el pasado 7 de julio se anunció finalmente el retorno gradual a la presencialidad y se puso fin (parcialmente) a casi dos años de clases virtuales que quedarán en la memoria de muchos como un periodo extraño en el que cursaron casi la totalidad de su carrera frente a una computadora.


El 1 de agosto pasado se abrieron las puertas de la facultad de Ciencias de la Comunicación de nuestra facultad y más de uno entró ilusionado y con la adrenalina a flor de piel, incluso nosotros siendo de sexto ciclo nos sentimos como cachimbos al no haber podido gozar plenamente de la vida universitaria.


Las clases solían parecer sesiones de espiritismo en las que los profesores hacían uso de todo su esfuerzo (y paciencia) para que los alumnos participen mínimo para decir presente, ahora todo esto ha quedado atrás, prácticamente nadie quiere quedarse sin participar, incluso los mas introvertidos se animan a levantar su mano, esto es definitivamente un envión anímico para los profesores, quienes consideramos fueron igual o más perjudicados por la pandemia que el alumnado.


Alumnos de sexto ciclo durante una clase presencial

Un cambio positivo que trajo la pandemia fue el ajuste del método de evaluación tradicional, que consistía en exámenes escritos a un modelo más moderno y práctico en el que los alumnos tienen que realizar proyectos, videos, reportajes, etc. Una forma muy satisfactoria de vivir la carrera desde la motivación y el trabajo en equipo, y no tanto desde el individualismo de rendir un examen escrito con límite de tiempo.


Estando a puertas de los exámenes parciales, el campus de la facultad se encuentra repleto de personas grabando tomas para sus cortos, realizando entrevistas o editando sus audios en los talleres de radio, la buena vibra se siente en los pasillos y cada vez son más los muchachos que van agarrándole el gusto a la carrera gracias a volver a poder disfrutar de la presencialidad, esperemos que estos dos años alejados no influyan en el desarrollo de la próxima generación de comunicadores de nuestro país, pero viendo como están yendo las cosas hasta ahora, a esta generación no la para ni una pandemia.



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